Entramos en el último trimestre del curso y, con él, en la etapa clave para la programación de puestos escolares derivada de la escolarización y para el mantenimiento o modificación de los conciertos. Y ciertamente, los datos de población en edad escolar no son halagüeños. Lo peor es que nadie nos puede decir que no estábamos avisados. Experiencias sufridas desde hace tiempo por sistemas educativos de otras regiones y comunidades, nos enseñan los efectos de la despoblación y de la caída de la natalidad. Unos efectos devastadores que han supuesto el cierre de unidades públicas y la retirada del concierto en unidades concertadas, con su consiguiente cierre.
Hemos comprado miles de envases de plástico, hemos derrochado agua, tirado comida, consumido un exceso de energía, ensuciado el mar… Hemos discriminado, prejuzgado y callado, pero, sobre todo, hemos tenido la tendencia lógica y seguramente necesaria de eximir responsabilidades, ya sea conscientemente o resultado del “ojos que no ven”, que ha permitido al individuo sobrevivir a costa de una sociedad cada vez más enferma. (Una cosa, como no me gusta “enferma”, porque me hace imaginarme a la sociedad en zapatillas, con una bata verde y sentada en un sillón de piel roído, mientras sus células se la comen viva, de ahora en adelante, diré una sociedad delicada de salud, o la tercera sociedad, o una sociedad con dificultades en proceso de inversión). También nos hemos autoengañado...
Los debates, sobre todo en materia política (si es que no es todo, de uno u otro modo, política) no siempre son del todo limpios y claros en los términos. A veces porque los conceptos son complejos, o evolucionan. Otras veces, por mero desconocimiento de quien los usa, cuando hacemos más opción por el contertulio de programa de telebasura, una especie de cuñado mediático que de todo habla y de nada sabe, que por el hombre de renacimiento, que, al menos en el uso de esta expresión, sabía de casi todo. También a veces, porque directamente se usan con mala fe, de forma interesadamente equívoca, a fin de enturbiar.
Ya tenemos gobierno. Un gobierno con amplísimo respaldo en la Asamblea de Madrid, que va a poder gobernar en solitario, aplicando su programa como único guion de gobierno.
Llega el calor y finaliza el curso; nos planteamos cómo organizarnos en el 2021/22 y, en un mantra propio del día de la marmota, nos volvemos a hacer las mismas preguntas para lograr que el curso que viene nuestros alumnos, sí o sí, aprendan más y mejor.