Recientemente, un buen amigo, sensibilizado con todos los asuntos concernientes a los derechos y libertades de los ciudadanos y, muy especialmente, con la libertad de enseñanza, me reconoció con gesto escéptico, su sospecha de que "las movilizaciones ciudadanas programadas para evitar los nocivos efectos de la futura LOMLOE, no iban a servir de nada". Tras formularme tal manifestación, y antes de que yo le contestara, se precipitó a añadir "bueno, sí; por lo menos habéis conseguido que la Comunidad de Madrid os blinde". "¡Error!", le contesté.