Cuando expresamos un lugar como “nuestro territorio”, no se trata de un lugar ajeno, indiferente, sino todo lo contrario. “Nuestro territorio” es un espacio que hemos construido con tiempo y dedicación, dónde nos sentimos bien, y que, sobre todo, defendemos como propio. ¿Por qué, entonces, no convertir las clases en territorios de conocimiento?

Todos los días en la escuela hay ideas maravillosas, iniciativas innovadoras, clases que nunca se olvidarán de profesores entregados a sus alumnos, apasionados por su profesión. Todos los días, muy lejos de la rutina, se inventa la educación en un aula cualquiera que, al final, es el mismo aula en el que todos nos hemos formado. Todos los días pasan cosas extraordinarias y lamentablemente, unas cuantas (muchas) no salen de la clase, de cada uno de esos, tantos, casi todos, profesores anónimos que intentan mejorar, crear la mejor educación, pero se encuentran a la deriva, sin timón, ni timonel.

“En 2020 habrá puestos vacantes en trabajos que requieran competencias STEM, por falta de formación”, Jesús Aisa, responsable del Desafío STEM. Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; las 4 competencias STEM (por sus siglas en inglés) no reciben la suficiente formación en el colegio. Con el objetivo de concienciar al sistema educativo de este problema, la Fundación Telefónica pone en marcha el Desafío STEM: el Primer Concurso Interescolar Nacional de Programación y Robótica, que esta mañana se ha presentado, exclusivamente, a colegios de Escuelas Católicas de Madrid (ECM).

Incorporar las TICs en el aula como parte del proceso educativo no consiste en descargarse el libro de texto en una tablet, o de convertir la pizarra en una pizarra digital. Introducir las TICs en el aula es aprovechar los recursos que ofrece la tecnología para aprender más y mejor.

“No hay en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas” decía Lope de Vega. Y no ya las lágrimas, sino la alegría, o el amor. Cualquier emoción es eficaz si el objetivo es aprender, y ¿quién es capaz de separar las artes de la emoción?