Cuando uno llega a una entidad o empresa como usuario o cliente se encuentra a unos trabajadores cuyas vidas pueden ser o no interesantes, pero las cuales desconoce. Por esa razón y porque el departamento de Deporte Escolar y Valores de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) es cercano y desea acompañar, conociendo y abriéndose, a todos los participantes de los Juegos Deportivos continuamos con esta serie de entrevistas personales que nos acercarán a las personas y no a los trabajadores que gestionan dicho evento.
Javier Rivero es el segundo de a bordo dentro del departamento. Su cargo oficial es Coordinador de Competiciones, o lo que es lo mismo, el hombre para todo, pues es el encargado de diseñar la competición cada temporada. Entre sus innumerables funciones se encarga de dar de alta a los colegios y tramitar sus fichas, resuelve las dudas de los coordinadores y atiende todas sus necesidades, elabora los sistemas de competición y los calendarios de juegos mes a mes y, además, es secretario ejecutivo adjunto de EMDE.
P. Javier, ¿cómo entraste en contacto con el deporte escolar promovido desde ECM?
R. Mi primer contacto fue como árbitro de fútbol sala. Trabajaba en la misma empresa que José Manuel Rabazas, exárbitro y exinformador de ECM, y de vez en cuando hacía de cronometrador en algunos torneos privados donde él pitaba. Me comentó la posibilidad de entrar a formar parte de la platilla de árbitros de Escuelas Católicas de Madrid y me uní al colectivo arbitral.
P. Tu trayectoria dentro del departamento es dilatada, ¿en qué consiste tu trabajo diario?
R. Mi trabajo diario lo diferenciaría en 3 bloques:
- Comienzo de temporada, con la puesta en marcha de esta, inscripción de equipos, sistemas de competición, calendarios, etc.
- Una vez que la maquinaria ha arrancado, el trabajo es más rutinario, me encargo de los horarios de las jornadas que se disputan, de las clasificaciones, los resultados, la redacción del Comité de Competición, los cambios de partidos, etc.
- Y cuando se acerca el final de temporada, nos centramos en la planificación de la jornada de clausura y en la organización de los Juegos Nacionales Escolares EMDE.
Además, como ya has comentado, durante toda la temporada trabajo para el Ente de Promoción Deportiva Eusebio Millán para el Deporte Escolar (EMDE) como secretario ejecutivo adjunto, siendo vocal de la junta directiva.
P. Además de todas estas funciones, también eres el encargado de formar a los nuevos árbitros de voleibol, ¿qué consejo darías a un novel que en poco menos de un mes arbitrará su primer partido?
R. Quizás les aconsejaría que piten con seguridad. Lógicamente se van a equivocar, tendrán nervios y cometerán fallos, pero es muy importante que en los partidos preparen todo para comenzar el encuentro con “la mochila vacía”. ¿Qué significa esto? Pues si llegamos tarde al partido, si no revisamos el campo en condiciones (red, antenas, líneas), si se nos olvida el material (acta, silbato, moneda, etc.), empezaremos la mochila “llena de piedras”, si a eso le sumamos los nervios y otras circunstancias que pueden aparecer durante el encuentro, la mochila va a pesar demasiado y entonces el arbitraje será un desastre.
P. ¿De dónde viene tu relación con el voleibol?
R. Como ya he dicho antes, mi relación con ECM fue a través del futsal. Empecé como árbitro allá por el año 2003 y, luego, en enero del 2005, entré para cubrir una suplencia en el Departamento de Deporte Escolar. Al entrar a trabajar tuve que dejar el arbitraje porque no podía ser juez y parte y, entonces, hice el curso de árbitro de fútbol sala en la Federación Madrileña. Allí empecé en categoría base y al año siguiente ascendí a preferente. En la temporada 06/07 me dieron el trofeo al mejor árbitro de mi categoría y pasé a nacional, pitando 3ª división masculina y la máxima categoría femenina. El 12 de octubre de 2013 salí por la cadena de televisión madrileña de La Otra, arbitrando un partido de 1ª División Femenina entre los equipos de Atlético de Madrid Navalcarnero y Alcorcón, lo tengo guardado con gran cariño. Después de lesionarme en unas pruebas físicas de árbitros dejé el mundo del futsal y mi rumbo giró hacia el voleibol por dos motivos.
El primero es que conocí a la que actualmente es mi pareja y ella jugaba a nivel amateur en un equipo, ahí me empezó a picar el gusanillo. El segundo, y principal, es que la compañera del departamento que se encargaba de formar a los árbitros de este deporte terminó su relación laboral con nosotros y nos quedamos un poco cojos en ese aspecto. De esta manera, y como el saber no ocupa lugar, en el año 2017 me saqué el título de Nivel 1 de entrenador en la Federación Madrileña de Voleibol y en 2018 el título de Nivel 1 de árbitro.
P. Este deporte se encuentra en pleno crecimiento y auge en los colegios, como experto en la materia, ¿cómo valoras el nivel de voleibol en los Juegos ECM?
R. Primero tenemos que valorar que en nuestra competición los equipos están formados por alumnas de los centros en donde están matriculadas, con esto quiero decir que no puede participar un equipo con jugadoras de distintos colegios, como podría hacerse en un club deportivo. Partiendo de esa base, es bastante bueno, incluso hay algunos centros que sacan algún equipo con bastante nivel y prueban en federación, pero allí es difícil poder conseguir algún logro deportivo ya que se enfrentan a clubes con un nivel de captación más alto y, por lo tanto, pueden seleccionar a las mejores jugadoras.
P. Como decías antes, la atención a los coordinadores es una de tus principales funciones. Ahora que la temporada está a punto de comenzar, ¿cuáles son las dudas más frecuentes y cómo se resuelven?
R. Ahora, sobre todo, las dudas se centran en cómo se inscriben los equipos en la competición, cómo se realizan las fichas de juego en la aplicación destinada para ello y, una vez realizados los calendarios, las dudas se dirigen hacia los días y horas de juego que pueden fijar.
Muchas son resueltas mediante correo electrónico o teléfono, además para aquellos coordinadores que se incorporan nuevos a la competición se les imparte un curso de dos horas de formación.
P. Después de tantas temporadas dentro de los Juegos Deportivos de ECM tendrás muchas anécdotas que contar, ¿cuál ha sido tu mejor experiencia o momento?
R. Buff, después de llevar 19 años en el Departamento podría destacar unas cuantas. Te cuento una muy cercana que me ocurrió el año pasado.
Normalmente, los sábados cuando hay jornada me acerco por varios colegios a visitar a los coordinadores para charlar un poco con ellos e intercambiar impresiones. Estaba llegando al colegio Jesús María cuando mi compañero Carlos, coordinador de árbitros, me llamó que había una chica que tenía que ir a arbitrar un partido de voleibol al colegio Nuestra Señora de las Nieves, en la calle Esparta nº 1 de Madrid, y estaba en la calle Esparta de Móstoles, creo recodar. Bueno, el tema es que ella, lógicamente, no llegaba a pitar el partido que tenía designado y me fui yo para el colegio a arbitrar el encuentro.
Llegué unos 15 minutos tarde de la hora de comienzo del partido, pero los equipos ya habían calentado, así que procedí a rellenar el acta y a comenzar a arbitrar. Era un partido de categoría alevín y en las gradas había un ambiente espectacular. Después de terminar, varias niñas me dieron las gracias por haber podido jugar el encuentro, pero eso no es todo, cuando subía las escaleras del pabellón a la calle, me crucé con varios padres y madres de ambos conjuntos y también me agradecieron el que hubiera ido a “suplir” a la compañera designada, ya que de esta manera sus hijas habían disfrutado jugando.
Es estos momentos es cuando pienso la labor formativa que tienen los Juegos Deportivos de ECM y sobre todo que nuestro lema “Jugamos Educando, Educamos Jugando” tiene todo el sentido.
P. Mirando a un futuro cercano, ¿qué aspectos crees que se podrían mejorar dentro del departamento?
R. Siempre hay margen de mejora y no podemos caer en la autocomplacencia porque sería un error. Una mejora, por ejemplo, sería la implementación del acta arbitral digital. Pero no es tan fácil ya que con el acta actual en papel los árbitros pueden escribir de su puño y letra las incidencias que ocurren en el partido, mientras que en el acta electrónica tendría que estar todo codificado de alguna manera. Además, aunque hoy en día casi todo el mundo tiene móvil y datos de internet en su tarifa, tendríamos que obligar al colectivo arbitral a que lo tuvieran.
Otro sería el cambio en el programa de gestión que utilizamos. Nos gustaría contar con uno más moderno y que pudiera facilitar aún más los tramites a los coordinadores de los centros, pero después de varias reuniones con distintas empresas no hemos conseguido que nos hagan uno que aglutine todas las necesidades que tenemos.
P. Además de trabajar en ECM eres secretario adjunto de EMDE y uno de los pilares de los Juegos Nacionales, ¿cómo se plantean los juegos para 2025?
R. Con mucha ilusión, como todos los años. El año pasado fue un año “un poco extraño” para los Juegos EMDE por varios motivos. El principal es que los equipos tuvieron que buscar el complejo donde alojarse y el trasporte desde el mismo a las instalaciones deportivas, debido a que el hotel donde acudíamos todos los años fue comprado por una cadena hotelera que no quiso acoger a los cerca de 2200 participantes. Eso hizo que la forma de trabajo del equipo que desplazamos a Torremolinos tuviera que ser reestructurada.
Los juegos se convocaron más tarde de lo habitual, pero gracias a la implicación de los equipos participantes y al convenio firmado con el Ayuntamiento de Torremolinos, la edición de 2024 fue todo un éxito.
Este año, tras comprobar que el “nuevo formato” funciona con garantías, creemos que podemos dar un salto, cuantitativamente hablando, y albergar más equipos que en la edición anterior. Tenemos la ilusión de que la nueva pista de fútbol sala cubierta, que están construyendo en el municipio, esté terminada para el año que viene y de esta manera poder crecer en esta modalidad.
Eduardo Redondo
Departamento de Deporte Escolar y Valores