Vivimos tiempos de pragmatismo, de practicidad, de utilidad, de empirismo... De poco sirven las teorías si no vienen avaladas por la comprobación derivada de la experiencia práctica, de la aplicación, del contraste... Me atrevería a decir, incluso, que las teorías terminan siendo secundarias, si por delante se nos plantea una buena experiencia que podemos testar y compartir.