Este post es especial, muy especial. Situados al final del adviento y en las puestas de la Noche más maravillosa, nos disponemos a celebrar la llegada de Dios hecho Niño. Y lo hacemos en los centros con fuerza y coherentemente con nuestro carácter propio y con el sentido de estas fechas. Y es que, frente a la dinámica mercantil, relativista y materialista que nos invade, los colegios de Escuelas Católicas de Madrid siguen centrando y ensalzando el verdadero núcleo y espíritu de la Navidad: el anuncio de la Buena Nueva.
Rebajas, rebajas… re-bajas. Volver al colegio después de las vacaciones de Navidad es tan desolador como el enorme cartel rojo que anuncia las rebajas en el Corte Inglés. ¡Bam! De un día para otro, ya no hay luces, ni villancicos, ni belén, ni encuentros familiares, ni Navidad dulce Navidad, ni ya vienen los Reyes, ni peces en el río que beban, porque ha nacido Dios. Solo hay rebajas…
Un año más, nos disponemos a vivir la noche más mágica del año. Una noche que viven con intensidad los más jóvenes, pero cuya ilusión invade y contagia a todos los demás. Una noche que sirve también de pretexto para que no solo las personas, sino también las instituciones, sectores, ámbitos.., hagan su "carta a SSMM", aprovechando la ocasión para hacer un leve y, normalmente, misericordioso "examen de conciencia"...
El pasado 23 de diciembre, víspera de Nochebuena, todos los integrantes del secretariado de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) tuvimos ocasión de vivir y convivir lo que ya es una tradición arraigada: un paseo matutino por Madrid y una visita a alguno de nuestros colegios más castizos.