El pasado 23 de diciembre, víspera de Nochebuena, todos los integrantes del secretariado de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) tuvimos ocasión de vivir y convivir lo que ya es una tradición arraigada: un paseo matutino por Madrid y una visita a alguno de nuestros colegios más castizos.
En años anteriores, el Madrid de los Austrias, el "misterioso", nuestro parque del Retiro, el de las Letras o el mismísimo Escorial fueron amables anfitriones de nuestras visitas. En ellas, y formando parte principal e integrada de las rutas, tuvimos en su día ocasión de conocer y compartir la realidad de colegios señeros y significativos de ECM como La Asunción - Santa Isabel, o el Real Colegio Alfonso XII que los PP. Agustinos rigen en el propio Monasterio.
En esta ocasión no estuvimos a la zaga... ¡Más bien al contrario! Y es que la ruta 2015 que se desarrolló por el barrio de Maravillas (comúnmente Malasaña) tuvo dos paradas especialmente significativas: el Colegio Nuestra Sra. de la Merced (MM. Mercedarias) y su convento, en la calle Valverde; y el Colegio Purísima Concepción (RR. Teresianas) y la iglesia de San Antonio de los Alemanes, en la calle Puebla. Un viaje por un barrio vivo, pintoresco, en el que el tiempo parece haberse parado desde una época anterior a la Gran Vía, en el que el ambiente cambia diametralmente dependiendo del momento del día que vivamos... Y un viaje por dos de nuestros colegios emblemáticos, en los que el tiempo no sólo no ha parado, sino que ha corrido muy rápido, obteniendo de sus direcciones, claustros y titularidades una respuesta adecuada y vanguardista a las necesidades de cada momento... Pero una prisa que, en cambio, ha permitido mantener intacta su enorme riqueza histórica y artística, que nos remonta a cuatrocientos años atrás y a escenarios barrocos y neoclásicos absolutamente insustituibles...
Sinceramente, un privilegio gozar de la fraternidad con los cerca de ochenta compañeros que integran el secretariado permanente de Escuelas Católicas de Madrid; y un privilegio enorme servir a centros que, en muchos casos, son depositarios exclusivos de un trozo imprescindible de la historia y del arte de nuestra ciudad y de nuestra región.
Emilio Díaz
Departamento de Comunicación, Difusión Social y Relaciones Institucionales