Escuelas Católicas de Madrid

Ellas estudiaron y vivieron su religión

Ellas estudiaron y vivieron su religión

Hay quien recientemente defiende la exclusión de la asignatura de religión confesional del currículo escolar. En su lugar, se propugna el estudio de una ética universal basada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La Declaración, en su artículo 1, proclama el deber de todos los seres humanos de comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Las cuatro misioneras de la caridad asesinadas en Yemen tenían interiorizado dicho principio ético. Y fue su Religión confesional (en este caso, la católica) lo que hizo que dieran su vida por comportarse fraternalmente con 60 ancianos abandonados, pobres y pertenecientes a distintas confesiones religiosas. Sin llegar a ese extremo, son cientos de miles de personas las que, por el estudio y la vivencia de su religión, llegan a interiorizar los principios de la ética universal.

Los problemas surgen cuando algunos pretenden imponer su particular visión sobre determinadas cuestiones camuflada de ética universal. El objeto de la educación (art.27.2 CE) es el pleno desarrollo de la personalidad humana, y ello dependerá de la cosmovisión y la concepción antropológica del ser humano, que en buena medida estará condicionada por una determinada creencia religiosa o por la ausencia de la misma.

El principio de neutralidad religiosa de nuestro estado no es compatible con la imposición de una “confesión” laica, con su propia cosmovisión y escala de valores, y la exclusión consiguiente de la “religión” confesional. Eso convierte la confesión “laica” en la propia del estado. Pero lo laico, entendido como exclusión de cualquier referencia a la religión, no es neutro. En esa encrucijada lo razonable y democrático, en un estado sin confesión propia, es que sean los padres (que sí tienen creencias, religiosas o no) los que decidan. Y un 70% eligen voluntariamente que sus hijos cursen la asignatura de religión, en el ejercicio de su derecho constitucional (art.27.3 CE).

Justificar la exclusión de la religión confesional de la escuela por la negativa influencia de la religión sobre la convivencia, es un argumento que llevaría a la exclusión de la Física o las Matemáticas por facilitar la construcción de la bomba atómica, o por elevar exponencialmente nuestra capacidad de liquidarnos los unos a los otros.

El desprecio, disfrazado de tolerancia, a la religión confesional es lo que lleva a algunos a concluir que cada uno se pague sus excentricidades. Eso se supera aplicando la propia Declaración Universal de los derechos humanos (Art.18) y con un principio elemental: respeto a quien piensa y cree diferente. El mismo respeto que encarnaban las religiosas asesinadas.

José A. Poveda González
Secretario Regional de Escuelas Católicas de Madrid

Valora este artículo del blog:
11

Artículos relacionados

Comentarios

 
No hay comentarios por el momento. Se el primero en enviar un comentario.
¿Ya està registrado? Ingresa Aquí
Invitado
Jueves, 06 Febrero 2025

Localización

Teléfono: +34 913288007
Email: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

C/ Hacienda de Pavones, 5 2ª Planta
28030 Madrid.

Metro: Línea 9 - Estación Vinateros
Bus: líneas 20, 30 y 32