Recientemente, se ha publicado en la Comunidad de Madrid una ley con la que se pretende alcanzar la gratuidad de los libros de texto y del material curricular. ¿Quién puede estar en contra? Sin duda, el fin perseguido es loable y forma parte del histórico repertorio de legítimas reivindicaciones que las familias vienen planteando desde hace lustros a los distintos gobiernos. En ese sentido, pues, nada que objetar y mucho que felicitar. ¡Enhorabuena a los premiados!