La palabra coach significa entrenador. Al igual que el entrenador deportivo saca lo mejor del deportista, en la vida cotidiana podemos necesitar un facilitador que nos desarrolle, exija y acompañe, ayudándonos a “pulir” comportamientos y hábitos, a conseguir resultados extraordinarios, y/o a entrenarnos específicamente en alguna habilidad que mejore nuestra calidad de vida. Para ello, el coach o “entrenador para la vida”, entre otras cosas, estará habituado a analizar creencias, priorizar valores, enseñarnos a influir en nuestro entorno, o algo tan importante como ayudarnos a definir nuestra misión en la vida.