Con motivo del Día Internacional de la Vida, celebrado el 25 de marzo, reproducimos el poema "Una oportunidad", de Eulalia Álvarez, extraído de su libro "La bioética hecha poesía":
Yo no entré nunca en tus planes,
fue por descuido o azar
que comenzó mi existencia:
la debieras valorar.
No acudas a las comadres,
expertas en preparar
hierbas, pócimas y ungüentos
para lograr mi final.
Déjame que te conozca,
que pueda tu piel rozar,
que en tu regazo me acune
para mi llanto calmar
y mi sonrisa te asombre
más que el aire, el sol y el mar.
Que yo te mire y me mires;
y en silencio, sin hablar,
yo sienta lo que es ser hijo
y tú, la maternidad.
Son nueve meses tan sólo,
dame una oportunidad.
No me niegues esto, madre,
yo te sabré compensar.
Permite que me haga un hombre
o una mujer ¿qué más da?,
no sabes las alegrías
que puedo llegarte a dar.
No quieras ser mi verdugo,
dame una oportunidad.
Piensa, razona, medita,
consiente en rectificar;
si te equivocas, no sabes
si te podrás perdonar.
Te sueño como una diosa,
aunque a Dios debo rezar,
porque mi vida, en tus manos,
la puedes dar o quitar;
espero que Él te convenza
y me la dejes salvar.
Si ni el corazón ni tu alma
cobijo me quieren dar,
al menos alúmbrame,
el cielo me adoptará.
Te agradeceré la vida,
nunca te voy a juzgar,
y si lo permite Dios,
me volverás a encontrar,
y yo te llamaré... madre,
o si prefieres, mamá.
¡Yo me merezco vivir!
¡Dame una oportunidad!
Eulalia Álvarez