Coordinadores y directores de centros BEDA han viajado a Finlandia para conocer la práctica de la metodología CLIL en uno de los mejores sistemas educativos bilingües del mundo. Estas son sus impresiones:
El 10 de marzo, más de 50 hombres y mujeres (directores de centros BEDA) se embarcaron junto al explorador Shackleton en una expedición rumbo a la Antártida; sin equipo, sin conocimientos, sin opción… eso sí, desde las sillas de uno de los salones del Casino de Madrid. Una gran aventura, en todo caso, que desde el hielo, y la ventisca, ha encendido la chispa del liderazgo: necesaria y vital para la supervivencia de los colegios.
Alumnos de 2º, 4º y 6º de Ed. Primaria de más de 100 colegios BEDA, no bilingües por la Comunidad de Madrid, han realizado las Pruebas BEDA (BEGINNERS, JUNIOR Y SENIOR) como entrenamiento y preparación para los exámenes de Cambridge, ya que proporcionan un excelente indicador del nivel de dominio del inglés de nuestros alumnos.
A veces, sí. Es necesario replantearse estas cuestiones, por muy existencialistas que a priori resulten. Y no necesariamente dentro del contexto filosófico-científico del ser humano, sino aplicadas a una práctica tan cotidiana como la que se vive dentro del aula. Porque nos permiten crear el trazo que defina nuestras expectativas, la hoja de ruta a seguir; porque un colegio es, per se, un enorme interrogante lleno de respuestas con mochila, porque renovare o morire, y, sobre todo, porque la innovación nace de ese planteamiento.
Somos seres sociales, y los niños lo son, aún más; se relacionan constantemente con el entorno, con el otro, para aprehender conocimientos, captar la esencia, buscar el sentido... La interacción es parte de fundamental en su desarrollo, por ese motivo la escuela ha de facilitar la cooperación, el intercambio prolífico de ideas, para completar una tarea, con el fin de lograr una meta social y/o académica específica. ¡¡Seamos cooperativos!!