Para quien no la conoce, la tarea del administrador puede resultar ardua, cuadriculada, monótona, incluso, aburrida… prácticamente, los mismos calificativos que se supone tendrá un post que trate del curso de administradores que me dispongo a contarles. Con un principio así, es probable que muchos hayan cerrado la ventana ya… Para los valientes, igual rebeldes, que sigan leyendo: por favor, pasen y vean, que un administrador en nuestros colegios no desempeña una tarea, sino una misión.