¿A qué viene la polémica?
Cuál ha sido mi sorpresa al ver que el 5 de octubre aparecía en la mayoría de los medios de comunicación la noticia de que el Congreso insta al Gobierno a retirar la falda del uniforme escolar, porque es anticuada, discriminatoria, limita el juego de las chicas y favorece los recreos segregados, indicando que dos niñas canarias de 8 años fueron las primeras objetoras a esta prenda. El título del artículo es “Ellas llevan pantalones”.
La realidad que conozco en los centros de Escuelas Católicas de Madrid es que, cuando una niña ha planteado en su colegio que prefiere utilizar pantalones, no le han puesto ningún problema. Es cada vez más común ver a niñas en nuestros centros con uniformes usando ambas prendas, y las que usan falda llevan mallas, leotardos o medias. En los colegios que no usan uniforme, no se impone a las alumnas llevar sólo pantalones. ¿Por qué polemizar un tema pacífico?
Por uniforme unisex, lo primero que se me viene a la cabeza es una toga hasta los pies. ¿De verdad que lo no discriminatorio sería imponerle a las niñas los pantalones en vez de dejarles elegir? En todo caso, lo no discriminatorio podría ser ¡la falda-pantalón! para todos.
Mis hijos usan uniforme y, sinceramente, estoy encantada. No sólo me parece un ahorro económico, sino un quebradero de cabeza menos en el día a día. El fin de semana ellos eligen libremente la ropa que desean ponerse, y nunca han manifestado disconformidad por esta situación. En Primaria, juegan con sus compañeras a juegos que implican carreras y saltos, y en la ESO se dedican más a hablar y a pasear por el patio. En ningún momento me han comentado que sus compañeras no jugaran o participaran en actividades junto con sus compañeros por motivo de la falda.
En cualquier caso, los titulares de los centros, en el marco de su autonomía, decidirán sobre el uniforme teniendo en cuenta a su comunidad educativa, y los padres, que son debidamente informados, decidirán sobre la escolarización de sus hijos en el centro, en ejercicio de su libertad de elección.
Elia Mª Écija Serrano
Asesoría Jurídica ECM
